+Claro, yo misma he podido.
-¿Ah si? Pues, ¡ya me estás explicando como!
+He llegado a tocar el cielo con esos besos que nos dábamos, cuando te sonrojabas al contarme lo que sentías, cuando me mirabas y perdíamos la noción del tiempo, o cuando sonreías al decirme ese TE QUIERO que me gustaba escuchar en esas tardes especiales que se nos hacían muy cortas, también con cada caricia, con esas palabras que me llegaban a lo más hondo, como esa que me encantaba: Acuérdate que estaré aquí siempre.
Ahora me pregunto si esa frase se cumplirá o perderá el significado de sus palabras.
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